El "ejército" de osos de peluches con mensajes contrarios al régimen de Lukashenko que cayeron el pasado 4 de julio sobre Minsk, sólo lograron incrementar el conflicto diplomático entre Bielorrusia y Suecia.
Este mediodía, el gobierno de Alexandre Lukashenko, anunció la expulsión del embajador sueco del país, Stefan Eriksson. Bielorrusia acusó al diplomático de de buscar la destrucción de la relaciones bilaterales.
La respuesta de Suecia no se hizo esperar. El ministro de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, dijo que rechazarán la llegada del nuevo embajador bielorruso y que ordenará el retiro de dos diplomáticos presentes en el país.
Bildt, publicó en un comunicado de prensa que la decisión del gobierno bielorruso constituye "un grave atentado contra las normas que rigen las relaciones entre estados". Dichos a los que se sumaron sus declaraciones en su cuenta de Twitter donde aseguró que: "El régimen de Lukashenko expulsó al embajador sueco por apoyar la democracia y la defensa de los Derechos Humanos. Es escandaloso y muestra la verdadera naturaleza del régimen".
Bielorrusia es considerada por Suecia y por la Comunidad Europea como la última dictadura de Europa.
Todo indica que el incidente del pasado 4 de julio, en que un avión sueco lanzó sobre la capital de Bielorrusa, Minsk, unos 800 osos de peluches con el mensaje de "libertad de expresión ya" provocaron la cruzada de despidos diplomáticos.
Otro de los coletazos de los polémicos osos de peluche, fue que el gobierno bielorruso le exigió la renuncia de dos jefes de la fuerza aérea y seguridad de su país.
Fuente imagen: Blogspot cuba ya twittea