Tras la masacre ocurrida este fin de semana en la localidad de Hula, donde fallecieron más de 100 personas, entre ellos decenas de niños, la comunidad europea se cansó de la violencia del gobierno de Bashar al Asad. Por eso, Alemania, Francia, Reino Unido y España confirmaron la expulsión de los embajadores sirios que se encuentran en sus respectivas capitales.
El presidente francés, François Hollande, fue el primero en anunciar la medida y confirmó, durante una conferencia de prensa, que la decisión será notificada a la delegación diplomática en las próximas horas. Agregó, además, que durante el mes de julio se realizará una reunión del grupo de Amigos de Siria en París.
El gobierno de Angela Merkel también se sumó a la medida y, según medios internacionales, el embajador Radwan Lufti fue citado al ministerio de Relaciones Exteriores en Berlín, donde se le fue informada la decisión y se le pidió retirarse del país en las próximas 72 horas.
Reino Unido, España, Estados Unidos y Canadá también se habrían sumado a esta acción coordinada que tiene como objetivo iniciar una ofensiva política contra el gobierno de Bashar al Asad, que, a pesar de los intentos de la comunidad internacional, no ha contribuido a frenar la violencia que comenzó hace más de un año en el país asiático.
Fuentes de la Cancillería chilena señalaron que se están siguiendo muy de cerca los acontecimientos en Siria y que están todas las opciones abiertas, si bien por el momento no se ha decidido la salida del personal diplomático radicado en Damasco.
Ejecutados
Según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, investigadores de la organización internacional concluyeron que las víctimas de la masacre de Hula, donde fue confirmada la presencia de niños, fueron ejecutadas por las fuerzas del gobierno de Al Asad.
Un portavoz de la entidad indicó que al menos 20 personas murieron a causa de disparos durante el ataque que cobró la vida de 108 personas.