Un niño paquistaní de nueve meses fue detenido y acusado de planificar un asesinato, amenazar a la Policía e interferir en asuntos del Estado.
Lógicamente todo se trataba de un error de procedimiento que ha causado consternación en las autoridades del país.
El pequeño, Mohamed Mosa Khan, formaba parte de un grupo de 30 detenidos acusados de robar gas en la ciudad de Lahore, al este del país. Todos ellos comparecieron en el tribunal acusados de lanzar piedras a los agentes de Policía que intentaron detenerles, según relatan medios locales.
El pequeño, que compareció en el tribunal junto a su padre, fue puesto en libertad bajo fianza y su caso se ha aplazado hasta el próximo 12 de abril.
Al conocer los cargos presentados contra el pequeño, el ministro principal del estado de Punjab, Muhammad Shahbaz Sharif, ha pedido al inspector general de la Policía de la provincia una aclaración inmediata y que tome "severas medidas" contra los oficiales que llevaron el caso.
De hecho, el subintendente adjunto, responsable de presentar los cargos, ya ha sido suspendido, según el diario paquistaní The Nation.
