En un nuevo gesto a su querida Argentina, el Papa Francisco detuvo su papamóvil para tomar mate.
Luego que uno de los fieles se lo ofreciera, mientras saludaba a sus seguidores en la Plaza San Pedro, el Sumo Pontífice pidió que frenaran el vehículo para beber un poco de la popular yerba.
Durante la jornada de este miércoles, Francisco, además de compartir con los fieles, protagonizó una audiencia general en la expresó su preocupación por la violenta situación que vive hace varios años Irak.
Esta salida de protocolo, se suma a la situación que vivió este martes con un niño que subió al púlpito mientras él realizaba un discurso en el marco de las Jornadas de la Familia.
Pese a la seguridad, Francisco optó por permitir que el pequeño se quedara a su lado durante su intervención.