Año Nuevo y el Papa Francisco llamó a las monjas de un convento en Córdoba, España.
Todo parecía normal hasta que nadie le contestó el teléfono al Sumo Pontífice, quien fiel a personalidad relajada, decidió dejar un mensaje en la contestadora de las Carmelitas Descalzas de Lucena.
¿Qué andarán haciendo las monjas que no pueden atender el teléfono?. Soy el Papa Francisco, les quería saludar en este fin de año a ver si más tarde las puedo llamar, que dios les bendiga", fue el relajado mensaje que sorprendió a las hermanas.
Según consigna RT Noticias, Adriana de Jesús Resucitado, la priora del convento confesó que cuando escuchó el mensaje "se quería morir" y explicó que "nuestra amistad es de hace quince años pero jamás pensamos que el Papa se iba a acordar de nosotras".
Finalmente, y tras varias horas de espera, el teléfono volvió a sonar y el Papa Francisco sí pudo comunicarse con las religiosas para desearles "feliz año".