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Papa denuncia "globalización de la indiferencia"

Pontífice eligió para su primer viaje oficial fuera del Vaticano la isla italiana de Lampedusa, punto de encuentro de miles de inmigrantes y refugiados africanos.

24horas.cl Tvn

Lunes 8 de julio de 2013

La pequeña isla de Lampedusa está situada a 205 kilómetros de Sicilia, a sólo 113 de las costas de África. Es el principal punto de entrada de la inmigración africana en Italia. Miles de personas se embarcan cada año en una aventura por las aguas del mar Mediterráneo en busca del sueño europeo. La mayoría no logra nunca alcanzar la "tierra prometida".

Este fue el escenario escogido este lunes por el Papa Francisco para realizar su primer viaje oficial fuera del Vaticano. El Pontífice ha oficiado una misa de penitencia ante los restos de una patera, arrojando una corona de flores al mar, por los náufragos.

En esta tierra de contrastes, donde se mezclan los turistas adinerados, que llegan a pasar sus vacaciones, con los que arriesgan su vida en busca de una mejor, Francisco ha denunciado la indiferencia de la sociedad hacia los más necesitados. 

"La ilusión por lo insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia", afirmó.

En una breve pero lapidaria homilía, el Papa se ha preguntado hasta qué punto los dramas de la inmigración le afectan a "una sociedad anestesiada", acostumbrada al sufrimiento de los demás.

"¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas, de todos aquellos que viajaban sobre las barcas, por las jóvenes madres que llevaban a sus hijos, por estos hombres que buscaban cualquier cosa para mantener a sus familias? Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto", comentó.

Francisco ha terminado el sermón pidiendo perdón a Dios: "Te pedimos por tanta indiferencia hacia los demás, por quien se ha acomodado, por quien se ha encerrado en el propio bienestar. Te pedimos ayuda para llorar por nuestra indiferencia, por la crueldad que hay en el mundo, en nosotros y en todos aquellos que desde el anonimato toman decisiones socio-económicas que abren la vía a dramas como estos".

El Pontífice ha intercambiado saludos y palabras con muchos de los refugiados en Lampedusa. Uno de los inmigrantes, que ha estado muy cerca del Papa, de origen árabe, le ha pedido que les ayude a resolver su problema.

“Nosotros huimos de nuestro país por dos motivos, lo político y lo económico. Para llegar aquí, a este lugar tranquilo, hemos superado varios obstáculos, fuimos secuestrados por diferentes traficantes. Para llegar aquí, también desde Libia, hemos sufrido muchísimo. Nos gustaría tener ayuda de nuestro Santo Padre, después de tanto sufrimiento nos gustaría que otros países nos ayudaran. Somos muchísimos migrantes que querríamos que otros países europeos nos ayudaran”, aseguró.

Se calcula que desde 1990 han perdido la vida 8.000 personas en el Canal de Sicilia. De ellos, 2.700 durante 2011, coincidiendo con el conflicto de Libia. Ante la falta de reacción de las autoridades italianas y europeas, la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, envió el pasado mes de febrero una carta a la Unión Europea en la que se preguntaba: "¿Cuán grande tiene que ser el cementerio de mi isla?"