Dieciséis miembrosde una comunidad amish de Ohio, Estados Unidos, irán a juicio por haber cortadoel cabello y las barbas a otros integrantes de su comunidad con quienesmantenían deferencias religiosas.
La acción quecometieron los agresores implica un grave descrédito y humillación para unhombre amish, pues la barba y cabellera larga son consideradas sagradas.
Este lunes hubo seleccióndel jurado en Cleveland, donde se realizará el juicio que podría durar unas 10semanas y en el que comparecerán como acusados 10 hombres y 6 mujeres.
El incidenteocurrió en el pequeño pueblo de Bergholz, en Ohio, a finales del año pasado luegode que los acusados secuestraran y atacaran a algunos de sus compañeros decomunidad.
Los cargos queenfrentarán serán por conspiración, secuestro, odio religioso y obstrucción ala justicia.
Los denunciantesacusan al obispo de la comunidad, Samuel Mullet, de 66 años, de incitar losataques.
El religiosohabía decidido excomulgar a varias familias amish por supuestas infracciones ala férrea disciplina de la comunidad religiosa.
Los sancionadoshabían decidido mudarse de la localidad en desacuerdo con el obispo que imponíacastigos físicos a quienes no cumplían sus órdenes o que no compartían suinterpretación de la fe. Incluso, se acusa a Mullet de haber obligado a algunasmujeres casadas, a acostarse con él para "limpiarlas del demonio".
Los excomulgadosviajaron a Pensilvania para denunciar alobispo ante el consejo de ancianos amish, instancia que revocó las sancionesdel pastor.
Fue entoncescuando Mullet y sus seguidores habrían planeado los ataques. Organizados enpandillas irrumpieron en las casas de las víctimas para cortarles la barba y elpelo a los hombres.
Los amish son ungrupo de congregaciones cristianas dentro de las iglesias menonitas, con unos250 mil miembros en Estados Unidos, conocidos por su vida austera y su rechazoa vivir con la tecnología y comodidades de la vida moderna.