Pedro Fernández, pastor evangélico, fue condenado por el Tribunal Oral Penal de Argentina a 17 años de prisión tras ser el autor del delito de "abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por el vínculo en concurso real".
Durante el proceso judicial logró ser demostrado que Fernández comenzó a violar a su hija cuando ésta tenía apenas 13 años, y lo siguió haciendo hasta después de que la joven cumplió 20.
Incluso, según testigos, el pastor no ocultaba el lazo sanguíneo ante todos los que lo conocían argumentando que la chica era su "novia".
Uno de los elementos que sirvió para condenar al hombre de 40 años, también locutor de una radio local, fue un video encontrado en su computadora personal, donde se podía ver uno de los abusos a los que era sometida su hija.
Sin embargo, tras la constatación de las identidades en el video, el abogado defensor de Fernández aseguró: "Si dejáramos de lado el hecho de que son padre e hija, sería un 'video hot' de dos personas mayores teniendo sexo, como el de Silvina Luna u otros tantos videos más".
Para luego pedir la absolución de su defendido, ya que según su criterio no existían pruebas para incriminarlo y le cabía perfectamente el beneficio de la duda.
El tribunal estuvo integrado por Francisco Aguirre (presidente), Amalia Avendaño y Pablo Rivero.