A una semana de su renuncia, luego que quedara el descubierto su romance extramarital, el ya ex director de la CIA, David Petraeus. realizó su primera entrevista tras el escándalo.
En conversación con la cadena de televisión HLN, el militar aseguró que no compartió documentos clasificados con su amante y biógrafa, Paula Broadwell.
Debido a que la entrevista de Petraeus no fue expuesta en televisión y tampoco grabada, fue la periodista Kyra Phillips quien reveló los detalles de su reunión en un programa de televisión matinal.
Según las declaraciones de la periodista, Petraeus también declaró que fue su relación extramarital la que precipitó su renuncia y no los cuestionamientos sobre el rol de la CIA durante los ataques del 11 de septiembre de este año contra la misión diplomática de Estados Unidos en Bengazi, Libia.
Agregó, además. que Petraeus entregará su versión a las autoridades que están a cargo de la investigación en su contra.
"Él va a testificar. Ha mantenido que lo sucedido fue un error humano. Dejó muy claro que esto fue un affaire extramarital y no algo que involucrara información clasificada sobre Bengazi", declaró la periodista.
"En nuestra primera conversación él me dijo que había hecho algo poco honorable. Trató de hacer lo correcto y asumió. Él tenía muy claro que la había 'jodido' y que todo había sido su culpa, incluso el se sentía muy afortunado de tener una esposa que era mucho mejor de lo que él merecía", detalló Phillips.
Respecto a la relación de amistad que mantuvo con la familia de Jill Kelley, la mujer ue recibió los correos amenazantes de parte de Broadwell y que denunció la situación a las autoridades, señaló que Petraeus había compartido reuniones sociales con la familia de Tampa (Florida). Por esto, "Paula Broadwell se sintió amenaza por la amistad que mantenían y por eso acosó a Jill Kelley. Pero eso fue todo", agregó la reportera.
Las declaraciones surgieron horas más tarde de que se filtrara que Broadwell mantenía documentos clasificados en la computadora que fue registrada por el FBI tras el escándalo.