La crisis económica, los problemas sociales, el mal trato a los inmigrantes y la poca capacidad del socialismo francés para encantar a los desanimados habitantes del país, le pasaron la cuenta al presidente de Francia, Francoise Hollande, cuyo índice de popularidad cayó a niveles históricos.
Según una encuesta realizada por el instituto demoscópico YouGov, el Gobierno de Hollande tiene un 15% de aprobación, mientras que las opiniones negativas sobre su administración alcanzaron el 76% de los encuestados.
El sondeo también reveló cuáles son las principales preocupaciones de los franceses por estos días.
De acuerdo a la encuesta el 33% de los consultados está preocupado por el desempleo, mientras que solo el 12% está interesado con lo que sucede con la inmigración y la protección social.
Estos temas, son los principales ejes de la crisis que mantienen con tal baja popularidad a Hollande.
Y junto con el mandatario francés, también se hunde la administración completa, que tiene un anémico 14% de aprobación.
Los sondeos han encendido la señal de alarma en las filas izquierdistas en poco más de la mitad del mandato de Hollande, que prometió enmendar los errores de la derecha y terminó incentivando a grupos extremistas como el liderado por Marine Le Pen, quien se perfila como la candidata de ultraderecha para las presidenciales.