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Presidente de Diputados de Brasil anula votación sobre impeachment de Rousseff

La decisión de Waldir Maranhao se enmarca por fallas en el procedimiento que ha enfrentado la jefa de Estado.

Agencia AFP

Lunes 9 de mayo de 2016

El jefe de Diputados de Brasil anuló el lunes la votación que hace tres semanas aprobó el impeachment contra Dilma Rousseff por "prejuzgamiento" y "ofensa al amplio derecho de defensa", una sorpresiva decisión de consecuencias aún inciertas para la mandataria al borde de la destitución.

La medida fue tomada apenas 48 horas antes del inicio previsto de una votación en el pleno del Senado para determinar si instala un juicio político contra Rousseff y la suspende del cargo por hasta 180 días por maquillaje de las cuentas públicas.

Diputados opositores informaron que apelarán la anulación ante la Corte Suprema.

"Anulé la sesión realizada los días 15, 16 y 17 (de abril) y determiné que se realice una nueva sesión para deliberar sobre la materia", informó el lunes Walter Maranhao, presidente interino de la Cámara baja, en un texto al que accedió la AFP.

El vicepresidente Michel Temer, exaliado del gobierno y hoy su mayor enemigo, se prepara desde hace días para ocupar la presidencia de forma interina mientras dure el proceso de impeachment, y si Rousseff es finalmente destituida, hasta el fin de su mandato en 2018.

La presidenta se enteró de la anulación de la votación en Diputados este lunes durante un acto público y pidió cautela porque aún no tenía la información oficial.

"Desconozco sus consecuencias. Tengan cautela, vivimos una coyuntura de mañas y artimañas", afirmó antes de lanzarse a saludar a los efusivos asistentes que gritaban "¡No al golpe!".

"Precisamos defender la democracia, luchar contra el golpe, luchar contra todo ese proceso extremadamente irregular", insistió la mandataria.

Derecho de defensa

Maranhao, que votó contra el impeachment de Rousseff a mediados de abril, cuestionó este lunes que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa.

"Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución", dijo en su escrito, acogiendo un reclamo del abogado general del Estado.

José Guimaraes, líder del gobierno en la cámara de Diputados, dijo que la anulación no tiene nada de intempestiva.

"En cualquier proceso el derecho de defensa es un elemento fundacional del debido proceso legal. Por lo tanto la defensa de la presidenta tenía el derecho de presentar sus argumentos en la sesión final de la cámara", lo cual no sucedió, dijo a periodistas.

"Insólita"

Pauderney Avelino, líder del opositor partido DEM, catalogó la decisión de "insólita", dijo que Maranhao actuó de forma "temeraria" y anunció que apelará.

"Esa decisión no tiene ningún valor, quiero tranquilizar que se trata de una decisión extemporánea. No le cabe al presidente de la cámara actuar sobre un proceso jurídico perfecto y concluido, acabado, que fue votado por 367 diputados", dijo a periodistas.

Maranhao asumió interinamente la jefatura de la cámara baja la semana pasada, cuando reemplazó a Eduardo Cunha, enemigo político de la mandataria y cerebro detrás del juicio político de Rousseff.

En una medida inusitada, Cunha fue suspendido de su mandato por la corte suprema por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.

Estaba previsto que el pleno de 81 senadores votase este miércoles si acepta o rechaza la recomendación de una comisión especial del Senado que aprobó la destitución hace tres días por holgada mayoría, pero ahora se desconoce qué sucederá.

Sondeos y analistas coinciden en que estas podrían ser las horas finales del mandato de la primera presidenta de Brasil, una exguerrillera de 68 años que asumió en 2011.

A menos de tres meses de los Juegos Olímpicos que comienzan el 5 de agosto en Rio de Janeiro, Brasil es sacudido por la batalla por el impeachment, una recesión económica que se anticipa como la peor en un siglo y una enorme investigación por corrupción en la estatal Petrobras que tiene a decenas de políticos y grandes empresarios en la mira.

Rousseff no es blanco de ninguna investigación o acusación por corrupción. Pero tanto sus mayores aliados -incluido el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva- como sus más acérrimos enemigos son investigados o acusados en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, que defraudó a Petrobras en más de 2.000 millones de dólares y engrosó bolsillos de políticos del gobernante PT y aliados, así como las arcas de sus partidos.