Pocos pensaron que la presencia del presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, en el funeral de Hugo Chávez le causaría más de un problema. Y todo por una fotografía.
El mandatario fuer duramente criticado por religiosos y conservadores de su país luego que circulara la imagen donde aparece tomando las manos de Elena Frías, la mamá de Chávez.
El problema es que, según los preceptos islámicos, el contacto entre un hombre y una mujer que no tienen una relación familiar está prohibido, ya que es visto como adulterio.
"Semejante acto, por un prominente funcionario del Ejecutivo, se opone al comportamiento de un musulmán, que está limitado por sus compromisos religiosos ", indicó el parlamentario iraní Mohammed Dehghan, a la cadena de noticias Al Arabiya.
Incluso, el integrante de la Sociedad de Clérigos Militantes de Teherán, Hojat al-Islam Hossein Ibrahimi, llamó a las autoridades a hacer una exhaustiva revisión de los candidatos presidenciales iraníes para las próximas elecciones y asegurarse que conocen lo que está permitido por las leyes del Islam chiíta.
Ante estas reacciones, los asesores de Ahmadineyad aseguraron que la imagen había sido manipulada por alguno de los países detractores en Occidente, mientras que algunos seguidores culparon al Photoshop y que se se había tomado la postura del presidente iraní de otra fotografía en la que abrazaba a un hombre.
Ambas explicaciones fueron rápidamente desechadas, ya que la imagen donde aparece con Elena Frías fue distribuida por el gobierno venezolano sin intenciones de causarle problemas, ya que son aliados.
Para la segunda opción, el sitio de noticias conservador iraní Entekhab demostró que la imagen del presidente con el hombre mayor era, de hecho, falsa. Para tratar de acallar las críticas, ésta se había creado mediante el levantamiento de la cabeza del egipcio Mohamed El Baradei, ex jefe de la agencia nuclear de las Naciones Unidas, a partir de una fotografía publicada previamente de él saludando a otro funcionario iraní con un beso en el año 2007.
Finalmente, desde el gobierno explicaron que Ahmadineyad siempre evita darle la mano a las mujeres en sus viajes fuera de Irán y las saluda "al estilo de las personas del este de Asia", juntando sus manos hacia el pecho e inclinándose.
Luego, cuando realizó este gesto en el funeral de Chávez, fue la madre del líder latinoamericano "con lágrimas en los ojos, de repente puso las manos en la parte superior de las de él", indicaron.