Brasil será la capital mundial del deporte rey entre 2014 y 2016.
Sin embargo, los ciudadanos parecen no estar recibiendo de buena gana los preparativos para el Mundial que se realizará en durante los meses de junio y julio en ese país, uno de los más futboleros del mundo.
Este fin de semana, cientos de personas salieron a las calles para protestar contra el evento en diferentes ciudades de Brasil.
El reclamo social dejó un herido y decenas de detenidos que se enfrentaron a la policía en una lucha por expresar su rechazo al alto costo que hasta la fecha han tenido los preparativos.
Según últimos reportes de prensa, los gastos del Mundial de Brasil 2014 aumentaron en más tres mil millones de dólares, cifra que triplica al presupuesto presentado por el país carioca a la FIFA en 2007.
Este incremento del valor del evento deportivo reactivó el enojo de una parte de la población que se queja de los escándalos de corrupción que han sido denunciados en torno a la construcción de la infraestructura que se utilizará en el evento.
Las manifestaciones provocaron que la presidenta, Dilma Rousseff, quien se encuentra en Cuba para formar parte de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), convocara a una reunión ministerial de emergencia para estudiar las protestas.
La FIFA, en tanto, condenó "cualquier acto de violencia" y dijo, en una nota enviada a la agencia AFP, que la federación "respeta el derecho de la gente a protestar de forma pacífica mientras los derechos de todos sean respetados, y condena cualquier tipo de violencia".
En junio de 2013, más de un millón de personas salieron a las calles para manifestarse contra los costos del Mundial y exigieron mejoras en la educación, salud y trabajo.