Pese a que ni si quiera había nacido, un pequeño bebé se convirtió antes de nacer en una de las víctimas más jóvenes de la guerra civil en Siria.
Una imagen difundida por la organización humanitaria Syria Relief muestra a un bebé no nato con una bala en su cabeza.
La radiografía fue tomada durante el conflicto, que dura ya más de dos años y se ha cobrado la vida de más de cien mil personas, según la ONU.
Según la entidad, la difusión de la imagen busca dar a conocer el cruel accionar de francotiradores al interior de las zonas más golpeadas por la guerra.
La imagen corresponde al embarazo de una mujer que, milagrosamente, sobrevivió al ataque, aunque su hijo fue asesinado.
"La mayoría de los niños abortados tenían siete, ocho o nueves meses de gestación, lo que significa que era evidente para cualquiera que estas mujeres estaban embarazadas", explicó el doctor David Nott.
Syria Relief denunció que los disparos están siendo dirigidos hacia civiles, especialmente, niños y embarazadas. Según la entidad, los hombres armados están jugando con la vida de las personas.
Mientras continúa la búsqueda de armas químicas en Siria, miles de civiles mueren cada semana por culpa de los enfrentamientos entre el ejército leal a Bashar al Asad y las fuerzas opositoras.
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