Una violenta pelea entre dos grupos de presos en una cárcel de Santa Cruz, en Bolivia, dejó al menos 15 muertos y 50 heridos.
Se trató de una disputa de poder al interior del centro penitenciario Palmasola, que alberga a 5.000 detenidos, que derivó en el incendio de un sector del edificio.
En el sector donde ocurrieron los enfrentamientos, al interior del penal de Santa Cruz, había 500 internos, casi el triple de lo requerido.
"Lamentamos que hay un aproximado de 15 personas que han perdido la vida, y hay cerca de 50 personas heridas", confirmó el comandante de la policía local, Jorge Aracena, quien aseguró que "la situación fue controlada" por agentes de seguridad.
La autoridad afirmó que entre los fallecidos había un niño que vivía en el recinto penitenciario con sus padres.
En las cárceles de Bolivia hay un gran número de menores en las mismas condiciones, una grave situación de permisividad que el Gobierno intenta corregir con un nuevo plan de reubicación para los hijos de reclusos.
El comandante Aracena indicó asimismo que un número indeterminado de heridos estaban siendo "evacuados a distintos centros de salud" de Santa Cruz, mientras que los cadáveres fueron trasladados a la morgue para que las autopsias establezcan su identidad y las causas de la muerte.
La autoridad policial rechazó además versiones de la Defensoría del Pueblo de Santa Cruz que indicaban que el número de muertos podría superar la treintena.
El centro penitenciario de Palmasola es una cárcel de máxima seguridad, ubicada en las afueras de Santa Cruz de la Sierra, el polo de poder económico en Bolivia.
"En el sector donde ocurrieron los enfrentamientos, debería haber entre 150 y 200 presos, pero en la actualidad se alojaban allí unas 500 personas", indicaron las autoridades.