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Santuario con restos de Chávez congrega a multitudes

Cientos de personas acuden cada día hasta el Cuartel de la Montaña de Caracas para presentar sus respetos al fallecido presidente, que sigue vigente en Venezuela.

24horas.cl Tvn

Viernes 5 de abril de 2013

Los visitantes se mueven alrededor del sarcófago en el que descansan los restos mortales de Hugo Chávez. Sus seguidores sollozan cuando escuchan su voz por los parlantes. Los turistas extranjeros fotografían la exhibición con los hitos del hombre que pasó de ser un humilde escolar rural a un poderoso militar y gobernante.

Un barracón militar en lo alto de una colina de Caracas, el Cuartel de la Montaña, ha sido transformado en santuario y museo del ex presidente, cuya muerte hace un mes conmocionó a Venezuela y al mundo entero.

Lo cierto es que su recuerdo sigue más vivo que nunca, sobre todo porque las inminentes elecciones del 14 abril dirimirán si el modelo de socialismo chavista sigue adelante en el país sudamericano.

Lo cierto es que, a pocos días de que los venezolanos concurran a las urnas, cientos de personas acuden a diario a presentar sus respetos ante los restos del ex mandatario.

"Vienen de muchas partes, de muchos países", asegura Alba Antunes, de 75 años, que trabaja como guía en el imponente edificio de un siglo de antigüedad. "Su recuerdo y su espíritu vivirán aquí para siempre".

 

Chávez murió de cáncer el pasado 5 de marzo, tras gobernar durante 14 años, provocando un multitudinario duelo como no se veía en Latinoamérica desde la muerte de Eva Perón en Argentina seis décadas atrás.

Su cuerpo fue expuesto durante 10 días de luto oficial y luego fue llevado en un multitudinario cortejo hasta el complejo militar, que ya albergaba un museo dedicado al fallido golpe de estado de 1992 que lanzó la carrera política del polémico teniente coronel de paracaidistas.

Los planes para embalsamar su cuerpo se realizaron demasiado tarde y aún debe decidirse si será enterrado de forma permanente en Sabaneta, donde nació, o en el grandioso Panteón Nacional, en Caracas.

De forma nada casual, el actual lugar donde se velan los restos de Chávez se elevan junto al barrio 23 de Enero, donde residen los chavistas más leales y radicales, y desde donde se divisa el palacio presidencial de Miraflores, en el que gobernó desde que ganó las elecciones de 1998.

En esa zona popular suena la salsa y los niños juegan a béisbol en campos de tierra, dos estampas que encantarían al fallecido ex presidente.

"¿Qué mejor lugar para él que aquí? Salió del pueblo y ahora se queda con él", comenta José Herrera, un soldado que ayuda a los visitantes a conocer el complejo.

En el museo, los visitantes aparecen reflexivos y callados mientras contemplan el ataúd de mármol y las fotografías que decoran el lugar.

"Los sentimientos son muy profundos. Es como si no hubiera esperanza. Creímos que el comandante Chávez llevaría el país adelante. Ahora le vemos aquí y no sabemos qué va a pasar", afirma el abogado de 32 años Jean-Carlos Mendoza.

"Chávez era muy inteligente y tuvo sus razones para escoger a Maduro como su sucesor. Nos preguntamos por qué eligió a Maduro, quizás porque tiene buenas relaciones exteriores", agregó en referencia a los seis años que pasó como canciller.

Alrededor del sarcófago, dos gigantografías con la cara de Chávez se sitúan frente a dos retratos del "hijo predilecto" de Venezuela, el héroe de la independencia Simón Bolívar. En una capilla aledaña pueden verse fotos del ex presidente rezando y sujetando un crucifijo junto a un altar.

La mayoría de los presentes hace la señal de la cruz y toca brevemente el oscuro mármol del sarcófago mientras avanzan a su lado. La mayoría son seguidores suyos, pero también hay críticos que pasan a presentar sus respetos.

"Nunca fui un seguidor de Chávez. Hizo mucho daño a nuestro país y todos parecen olvidarlo ahora. Pero nunca mostraré falta de respeto por un muerto", comenta Antonio Rodríguez, un estudiante de 24 años, tras posar su mano en el mármol.

En otras habitaciones pueden verse fotografías y textos en homenaje a la extraordinaria y turbulenta vida de Chávez, desde su infancia vendiendo dulces en las calles de Sabaneta para ayudar a su abuela, hasta su reelección en 2012.

Fotos dando discursos, jugando al béisbol para el ejército, dejando la cárcel en 1994 tras el golpe que protagonizó, sobreviviendo él mismo a un intento de golpe en 2002 o volando a Cuba para tratarse de cáncer en 2011.

Una cronología explica sus políticas más populares: desde las clínicas de "Barrio Adentro" a la cadena de supermercados subsidiados Mercal.

"Es difícil mirar y no llorar", reconoce Antunes. "En aquellos días, los soldados solían decirse entre ellos que un día sería presidente. Ahora será siempre nuestro presidente, el único que se ocupó de nosotros, de los pobres, el único presidente que ha tenido Venezuela".

Fuente: Reuters