El ex presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha afirmado que su imputación en el caso Bettencourt es "injusta e infundada". Sarkozy fue acusado la semana pasada de "abuso de debilidad" ante la octogenaria y millonaria Liliane Bettencourt, heredera de L'Oréal, con el objetivo de conseguir financiamiento para su campaña electoral en 2007.
"Quiero afirmar que en ningún momento durante mi vida pública traicioné los deberes de mi cargo", explicó el líder a través de su perfil oficial en la red social Facebook.
"Voy a dedicar toda mi energía a demostrar mi integridad y mi honestidad. La verdad triunfará. No tengo ninguna duda", agregó Sarkozy.
"No reclamo ningún trato especial, si no es el de cualquier ciudadano, de tener derecho a una justicia imparcial y serena", indicó el ex mandatario galo en el mensaje.
Sarkozy siempre ha negado que Bettencourt financiase su campaña.
La Justicia francesa abrió en julio de 2010 una investigación preliminar sobre la presunta financiación ilegal de la campaña que llevó a Sarkozy en 2007 al Elíseo. La heredera de L'Oréal sufre demencia y se encuentra bajo tutela familiar desde 2011, aunque, según el juez que instruye el caso, padece un deterioro en sus facultades mentales desde 2006.
Es la segunda vez que un ex jefe de Estado comparece ante la justicia tras dejar su cargo. La inmunidad presidencial de Sarkozy caducó el pasado mes de junio.
“Voy a consagrar toda mi energía a demostrar mi honestidad. La verdad terminará por triunfar, no lo dudo”, concluyó Sarkozy.