El matrimonio gitano acusado de secuestrar a una niña de unos 4 años en Grecia, ha sido enviado a prisión provisional, tras declarar ante el tribunal este lunes.
Según la pareja, fue la madre biológica de la pequeña, bautizada por la prensa local como el "ángel rubio", la que les entregó a la menor voluntariamente, ya que no podría cuidarla.
El hallazgo de la niña, llamada María, ha conmocionado al país y ha provocado miles de llamadas telefónicas con información desde todo el mundo. Las autoridades continúan buscando a los padres biológicos de la pequeña, tras confirmar mediante muestras de ADN que la pareja gitana no son sus progenitores.
El caso ha levantado bastante polémica en el país. Algunos medios locales especulan con la posibilidad de que esta pareja formara parte de una banda de tráfico de menores, incrementando la desconfianza entre la comunidad romaní en el país y los griegos.
La niña fue hallada luego de que la policía registrara, la pasada semana, un asentamiento gitano en el centro del país en busca de drogas y armas. La menor, de piel blanca y ojos azules, no se parecía en nada a la familia con la que estaba residiendo.
El matrimonio niega haber robado a la niña, y aseguran que se hicieron cargo de ella poco después de nacer, tras ser abandonada por su madre.
"Fue una adopción que no fue exactamente legal pero que se produjo con el consentimiento de la madre", ha explicado Constantinos Katsavos, uno de los abogados que representa al hombre, de 39 años, en declaraciones a la prensa, precisando que esto fue lo que la pareja testificó ante el tribunal.
En base a sus características físicas, la Policía griega cree que María, que apenas habla unas palabras de griego y solo habla en romaní, es del este o el norte de Europa.