Israel perpetró a primera hora del domingo su segundo ataque aéreo sobre Siria.
El ataque sacudió Damasco con una serie de potentes explosiones que elevó grandes columnas de fuego hacia el cielo. Siria acusó al estado judío de perpetrar una operación en unas instalaciones militares justo al norte de la capital.
Las explosiones se produjeron poco después de que Israel estableciera había ejecutado previamente esta semana un ataque aéreo en suelo sirio contra unos misiles cuyo destinatario era la milicia libanesa Hezbolá.
El objetivo del ataque del domingo, según los medios sirios, era el mismo centro de investigación militar Jamraya que fue alcanzado por Israel en otro asalto en enero. Jamraya, en el norte de Damasco, está sólo a 15 km de la frontera con Líbano.
Imágenes de video subidas a internet por activistas mostraron una serie de explosiones. Una encendió el cielo sobre la ciudad mientras que otra creó una torre de llamas y explosiones secundarias.
Una fuente de inteligencia occidental dijo a la agencia noticiosa Reuters que Israel perpetró el ataque y la operación alcanzó unos misiles suministrados por Irán que eran trasladados a Hezbolá.
"En el ataque de anoche, como en el anterior, lo que se atacaron fueron almacenes de misiles Fateh-110 que estaban en tránsito de Irán a Hezbolá", dijo la fuente.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Reino unido, dijo que la escala del ataque implicaba que estaba más allá de la capacidad militar de los rebeldes sirios, y citó testigos presenciales en la zona que vieron aviones de combate en el momento de las explosiones.
El Observatorio dijo que las explosiones alcanzaron Jamraya y un depósito de munición cercano. Otros activistas dijeron que una brigada de misiles y dos batallones de la Guardia Republicana también podrían haber sido alcanzados en la zona muy militarizada al norte de Damasco.
La televisión estatal siria indicó que los ataques eran en respuesta a los recientes avances militares de las fuerzas del presidente Bashar el Asad contra los rebeldes. La información de activistas y medios estatales es difícil de verificar en Siria porque existen restricciones a los periodistas que operan en el país.