Seúl manifestó su preocupación ante el que consideran un "inminente" ensayo de lanzamiento de misiles de parte de sus vecinos del Norte.
Según Kim Jang-Soo, asesor de seguridad de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye, el ensayo podría producirse en una fecha cercana al miércoles 10 de abril.
"El Norte tendrá que prepararse para llevar a cabo represalias en caso de una guerra local", sentenció.
El régimen de Kim Jong-un ya ha advertido a las cancillerías abandonar el país en esa fecha.
Según Pyongyang, después del 10 de abril ya no pueden garantizar su seguridad en la zona.
Sin embargo, países como Alemania, Reino Unido y otros de la Unión Europea no estarían dispuestos a retirar a sus funcionarios.
En tanto, Estados Unidos pospuso su ensayo del proyectil Minuteman 3 de ojivas nucleares.
Originalmente, el misil estaba programado para ser disparado la próxima semana desde California.
Según el secretario de Defensa de Washington, Chuck Hagel, el ensayo podría ser "malinterpretado", aumentando las tensiones en la zona.
Por su parte, China (principal aliado de Corea del Norte) se desmarcó de las tensiones en la Península Coreana y afirmó que no debería permitirse que ningún país condene a una región en el caos.