Mientras rebeldes sirios aseguraban haber logrado asesinar al líder del régimen, Bashar al Asad, el mandatario rezaba en un mesquita.
Ese era el escenario que exponía la televisión estatal frente a los rumores que indicaban que el presidente de Siria había sido muerto durante un ataque realizado por rebeldes contra un convoy en Damasco.
Las especulaciones comenzaron cuando los rebeldes anunciaron un ataque contra la comitiva de Bashar al Asad que viajaba hacia una mezquita para celebrar el fin del Ramadám.
No obstante, tras los fuertes rumores, la prensa estatal fue la encargada de desmentir la información exponiendo al mandatario leyendo el corán en la sede religiosa musulmana del distrito de Malki.
"Nos hemos acostumbrado a escuchar noticias falsas y estúpidas de Al Arabiya y de otros canales financiados por los países del Golfo", dijo un vocero del Ejército leal en declaraciones consignadas por el diario El Mundo.
Bashar al Asad "está completamente a salvo", agregó.
Lo mismo fue confirmado por autoridades de gobierno, que aseguraron que el mandatario sirio manejaba su propio automóvil y arribó a la mezquita para rezar como estaba previsto en un comienzo.
Hace algunas semanas el conflicto en Siria se recrudeció luego de una nueva ofensiva del Ejército oficialista que consiguió apoyo de Irán y de la milicia terrorista Hezbolá para enfrentarse a los rebeldes que también cuentan con el apoyo de facciones de Al Qaeda.