Luego que gran parte de Europa y Estados Unidos expulsara a los embajadores sirios de sus territorios, el gobierno de Bashar al Asad respondió con la misma moneda y declaró persona no grata a un grupo de diplomáticos del viejo continente y del país norteamericano.
Reino Unido, Turquía, Francia, Italia, Alemania, Canadá, Bulgaria, Bélgica y Suiza son algunas de las naciones que fueron integradas a la medida que, según medios internacionales, responde a un "tratamiento recíproco" luego que varios países hicieran lo mismo con los diplomáticos del país asiático.
Según medios oficiales sirios, el gobierno de Asad "cree en la importancia del diálogo basado en la igualdad y en el respeto mutuo entre los países. La diplomacia es un medio necesario para la comunicación entre estados para resolver conflictos y problemas".
Esta acción del régimen de Bashar al Asad ocurre en medio de las presiones de organismos internacionales que exigen un cese a la violencia en el país, que en estos momentos, parece poco probable, luego que los opositores al gobierno declararan que no continuarán apegados al plan de paz propuesto por Kofi Annan.