En una inusual conferencia de prensa frente a medios extranjeros, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Muallem, aseguró que su país se defenderá "con todos los medios" de un eventual ataque liderado por Estados Unidos.
La creciente tensión internacional generada por la denuncia de uso de gas sarín contra la población civil ha devuelto al primer plano la posibilidad de una inminente intervención militar.
Frente a eso, el canciller dijo que se defenderán "con todos los medios" posibles. Agregó, además, que un ataque extranjero contra Siria "serviría a los intereses de Al Qaeda" y "ayudaría a los objetivos de Israel".
Walid al Muallem denunció que "militantes de 83 países entran a Siria desde Turquía", aunque dijo que no es posible romper el vínculo que existe entre el pueblo y el ejército leal al régimen de Bashar al Asad.
Respecto a las denuncias sobre el uso de gas sarín en el conflicto, el canciller dijo que "no hay pruebas" y desafió a las autoridades norteamericanas a justificar las declaraciones que culpan al ejército sirio.
Sobre la llegada de observadores de la ONU a la zona donde se habrían producido los ataques químicos, Muallem insistió en el que el régimen no ha obstruido las labores de los enviados de Naciones Unidas.
"Los inspectores de la ONU recibieron disparos cuando entraron en una zona que no está bajo nuestro control", denunció el canciller. Afirmó, además que "Siria tiene interés nacional en aclarar lo que sucedió en Ghuta".
Hace menos de una semana, un video publicado en Youtube expuso una posible masacre realizada con gas sarín sobre civiles. En el ataque podrían haber muerto más de 1.400 personas.