Los sirios que viven bajo el régimen de Estado Islámico en su capital de facto Raqa temen ser quienes paguen el precio por los ataques que el grupo llevó a cabo en París.
La ciudad, que ya es objeto de bombardeos de Rusia y una coalición liderada por Estados Unidos, fue blanco de ataques aéreos franceses tras los atentados en París que dejaron al menos 129 muertos el viernes por la noche.
Se lanzaron 20 bombas, que impactaron a un área de reclutamiento y entrenamiento y a un depósito de armas, dijo el Ministerio de Defensa francés. Activistas y un grupo de control de la guerra civil en Siria, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, dijeron que los ataques franceses parecían ser precisos y que no causaron víctimas.
Los bombardeos franceses fueron precedidos por un ataque de cazas rusos, que han impactado la ciudad varias veces desde septiembre en su propia campaña de apoyo al presidente sirio, Bashar al Assad.
"Los cielos de Raqa estaban repletos de aviones de combate ayer (domingo)", dijo un miembro del grupo Raqqa Is Being Slaughtered Silently (Raqa está siendo masacrada silenciosamente).
"Varios bandos atacaron la ciudad, creando un ambiente de terror entre los ciudadanos, que creen que serán los que paguen el precio por lo que hizo Daesh", dijo un activista contactado por Reuters, usando el acrónimo árabe para el grupo extremista.
El activista no quiso identificarse por razones de seguridad.
"Los sonidos de las explosiones remecieron la ciudad y encendieron el cielo", dijo otro residente de Raqa contactado por Reuters.
"Los ataques de la coalición son mucho más precisos, pero los ataques aéreos rusos son como los del régimen, indiscriminados", comentó el residente, contactado vía Skype.
Fuente y foto: Reuters