El Partido Socialista francés, al que pertenece el presidente François Hollande, va en camino de obtener una mayoría absoluta en el Parlamento junto con sus aliados del Partido Verde, según proyecciones iniciales de votos de la primera ronda de las elecciones parlamentarias celebradas este domingo.
Proyecciones iniciales de sondeos, basadas en un conteo parcial de votos, sugieren que el bloque socialista central de Hollande podría conseguir entre 283 y 329 escaños de los 577 miembros de la Asamblea Nacional, en la segunda ronda del domingo próximo, lo que le daría un giro a la izquierda a la Cámara Baja por primera vez en diez años.
El sondeo del Instituto CSA muestra, además, que sus aliados del Partido Verde se adjudicarían entre 12 y 18 asientos, lo que sugiere que Hollande podría contar con los 289 asientos que necesita para obtener una mayoría simple.
CSA estima que los conservadores podrían obtener entre 210 y 263 escaños y que el partido de extrema derecha Frente Nacional podría ganar tres cupos.
Una proyección de Ipsos arrojó conclusiones similares, basada en un conteo parcial de votos, mientras que TNS Sofres fue el único centro de investigación que estimó que los socialistas y los verdes no alcanzarían una mayoría absoluta en el peor de los escenarios.
La votación representó otro avance simbólico para la izquierda, después de que sus representantes tomaran el control del Senado en 2011 y de que ganaran la presidencia en mayo, por primera vez desde 1988.
"Hay un ganador en la izquierda, pero no un gran ganador. Es una mayoría relativa y no una mayoría absoluta. En una crisis se necesitaba una mayoría absoluta", dijo Stephane Rozes, analista de la consultora política, CAP.
Hollande, que llegó a la presidencia tanto por el rechazo al conservador ex presidente Nicolas Sarkozy como por la incapacidad de éste para contener un alza del desempleo, necesita poder gobernar sin restricciones mientras prepara ajustes presupuestarios en la segunda mayor economía de Europa, entre ellos posibles recortes del gasto.
Además, Hollande es presionado por Alemania para que acceda a entregar a instituciones de la Unión Europea más control sobre los presupuestos nacionales y para que se avance hacia una unión fiscal, medidas a las que se oponen los comunistas y la izquierda dura en el Parlamento.
En el corto plazo, la Cámara Baja tendrá que votar sobre ajustes al presupuesto de 2012 y sobre alzas de impuestos para las personas de mayores ingresos. Hollande quiere implementar un programa de impuestos y gasto que apunta a la generación de empleos sin tener que imponer medidas de austeridad como las que se aplicaron en Grecia.
La votación del domingo estuvo marcada por una baja asistencia, de sólo un 48,31%. La abstención ha subido desde que Francia sincronizó las elecciones parlamentarias y presidenciales, y en 2007 alcanzó el 40%.
Fuente: 24Horas.cl con información de Agencia Reuters