Una peculiar medida fue tomada por las autoridades de un pueblo uruguayo.
Según reportan medios locales, la justicia de la localidad de Carlos Reyles, aceptó la petición de la policía y decretó toque de queda para todos los menores de 18 años.
A partir del 7 de enero, aquellos jóvenes que incumplan con la normativa, que no les permite estar en la calle después de medianoche, serán detenidos y entregados a sus padres.
De acuerdo a las autoridades, la medida busca traer orden a las calles, debido a la inseguridad que existe. Así lo relató un vecino de la localidad citado por El Observador, quien señaló que "los menores hacían destrozos y no se controlaban".
La normativa está basada en el Código de la Niñez uruguayo, el cual determina que la justicia está facultada para "internar" a aquellos jóvenes o niños que estén sufriendo situaciones de vulnerabilidad.
El toque de queda, aún no ha sido puesto por escrito y según el juez que dictaminó la medida, busca aumentar la fiscalización policial en la ciudad.