Los terroristas islámicos continúan atrincherados en un área altamente inflamable de la refinería, amenazando con inmolarse.
Jens Stoltenberg, primer ministro de Noruega señaló que los rebeldes aún controlan la planta de gas, mientras que las fuerzas especiales argelinas tienen en su poder un complejo residencial cercano que albergaba a cientos de trabajadores.
Durante el ataque del pasado jueves habrían muerto 30 personas según afirma una fuente de seguridad argelina, 18 de los cuales habrían sido secuestradores, ocho de lo rehenes muertos eran argelinos mientras la nacionalidad del resto aún no está clara.
La agencia de noticias APS señaló que el número total de rehenes muertos asciende a 12, entre extranjeros y argelinos.
Stoltenberg explica que no se ha podido identificar a algunas personas que murieron dentro de vehículos atacados con proyectiles explosivos por el Ejército argelino.
Además sostuvo que "debemos prepararnos para malas noticias este fin de semana, pero aún tenemos esperanzas".
Stephen McFaul, el ingeniero de Irlanda del Norte que sobrevivió al ataque señala haber visto cómo tropas argelinas hacían volar cuatro camiones repletos de rehenes.