Cuerpo completamente tatuado. Aspecto rudo e intimidante. Mirada penetrante e intensa. Cualquiera diría que detrás de esta imagen se esconde un candidato a presidente. Concretamente un aspirante a liderar la República Checa.
Este atípico personaje político se llama Vladimir Franz, tiene 53 años y es sin duda el candidato más llamativo en las elecciones que el país centroeuropeo celebrará los días 11 y 12 de enero.
Franz se ha convertido en un fenómeno en toda Europa. Y a pesar de lo que podamos juzgar por su aspecto, es licenciado en Derecho, pintor, compositor, profesor, y ahora político.
"Durante toda mi vida me pronuncié mediante la expresión artística como compositor musical y como creador, sobre la evolución del mundo, de la sociedad, del hombre, del hombre en la naturaleza", aseguró antes de dar el paso a su carrera gubernamental.
Su candidatura contó con el aval de 75.000 personas, y defiende "una sociedad educada, culta y tolerante, que no reivindique sólo derechos, sino que se asuma deberes", entre ellos el de la responsabilidad, y crítica la profunda corrupción del sistema checo.
Se reconoce amante de España y de las Islas Canarias, donde pasa sus vacaciones, del Señor de los Anillos, de la Biblia y, por supuesto, de los tatuajes.
"Air Franz One, un presidente especial", es el lema de su campaña. Aquí uno de sus comerciales: