El ovalo de la ex penitenciaria se convirtió hoy en una fiesta cuando 300 reos se unieron para realizar una coreografía masiva. La iniciativa dirigida por el bailarín Julio Zuñiga estuvo marcada por la alegría de los reclusos quienes bailaron cerca de 20 minutos distintos estilos de música.
La preparación no fue fácil, ya que para lograr el grado de sincronización los internos tuvieron que ensayar durante 20 días tres horas diarias. Los reos participaron de forma voluntaria y se mostraron muy agradecidos por la actividad que les permitió compartir de una forma diferente y ocupar ese espacio para generar acciones positivas y no las peleas que se acostumbra a ver en el lugar.
Vestidos con camisetas de llamativos colores, los reclusos bailaron al ritmo de la macarena y otros estilos siempre agradecidos de realizar algo que los distraiga de pensar siempre en la libertad y de pasar el tiempo en actividades recreativas. Los internos además de bailar crearon una canción de hip-hop la cual decía "Quiero dar a mi vida una nueva salida, una nueva oportunidad".
En la ex penitenciaria actualmente residen 5270 reos llegaron, de los cuales, se presentaron 500 a participar de la coreografía, otros 200 abandonaron por vergüenza y 300 se quedaron. Lo que denota el interés de los reclusos en participar en actividades que fomenten la disminución de la violencia.
El Comandante Ricardo Quintana jefe de la unidad explicó que estas iniciativas sirven para cambiar la imagen de la penitenciaria y que pretenden continuar apoyando a los reos a realizar proyectos que beneficien a la población penal.