La Universidad Diego Portales comunicó que alcanzó un acuerdo con las y los estudiantes que llevaban adelante una toma feminista del establecimiento,la cual se extendió durante varias semanas. En ese marco, dentro de las 29 exigencias del petitorio aceptadas por las autoridades universitarias, dentro de un universo total de 32, destaca la creación de un reglamento especial para padres y madres universitarios, la ampliación de la normativa en contra del abuso sexual, la creación de un departamento de género dentro de la universidad y el respeto por el uso del nombre social de estudiantes y funcionarios trans, según detalla La Tercera.
Junto a lo anterior, destaca también la incorporación a partir del segundo semestre de este año de un lenguaje inclusivo en actividades académicas de pre y posgrado, como trabajos, presentaciones y defensas orales. A ello se suma la promoción del uso de este lenguaje en comunicados oficiales, particularmente aquellos dirigidos a estudiantes.
Es así como la medida número 10 contemplada en el documento de acuerdo firmado por ambas partes indica lo siguiente:
"Aceptación del uso de un lenguaje inclusivo en actividades académicas de pre y posgrado: trabajos, presentaciones, defensas orales, etcétera. Promoción no impositiva del uso de este lenguaje en comunicados oficiales, particularmente aquellos dirigidos a estudiantes (segundo semestre de 2018)".
UNIVERSIDAD | Hoy se retomaron las actividades académicas en la UDP.
— UDP (@udp_cl) 14 de junio de 2018
Los invitamos a leer el documento de acuerdo, los comunicados del rector Carlos Peña y la Normativa de Prevención y Sanción de Acciones de Violencia Sexual UDP.
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En conversación con La Tercera, la consejera académica y vocera del movimiento feminista de la UDP, Macarena Galaz, valoró que con esto la utilización de la e y la x en reemplazo de las vocales que marcan género podrá ser usada por los estudiantes en las actividades académicas sin que ello sea considerado como un error, sino como un uso adecuado del vocablo.
Galaz aseveró que "dentro de nuestra comunidad universitaria no sólo convivimos aquellos que nos sentimos identificados dentro del binarismo de un la o un lo, también tenemos compañeres que su corporalidad e identidad sexual no adscribe a un lo o un la, y aunque sea una población minoritaria son parte de la comunidad y merecen su visibilización en el lenguaje tal como cualquier otra persona. Bajo ese argumento se acepta el lenguaje inclusivo en trabajos y tesis".