El marinero Raúl Órdenes Vega, procesado por la justicia militar tras instalar una cámara de vigilancia en un camarote femenino de la fragata "Lynch", a fin de espiar a colegas, finalmente fue expulsado de la Armada.
Según El Mercurio, el uniformado estaba recluido en el penal militar Cuartel Silva Palma, de Playa Ancha (Valparaíso). Este jueves obtuvo la libertad provisional, después que la Corte Marcial acogiera una solicitud de parte de su defensa.
Ahora, sin embargo, la institución ya concluyó una investigación administrativa y determinó la expulsión del marino. Eso sí, para hacerse efectiva debe ser ratificada por la Contraloría General de la República.
Por lo tanto, hasta el fin de ese proceso, que podría demorar entre dos semanas y dos meses, el uniformado sigue perteneciendo a la institución.
Además de Raúl Órdenes se encuentran procesadas cuatro personas, de un total de nueve inculpados inicialmente por haber sabido del acto y no haberlo denunciado.