Con 1,9 gramos de alcohol en la sangre conducía Nelson Fariña cuando chocó por detrás el auto de la familia Silva Figueroa, provocando la muerte de la pequeña Emilia, de nueve meses.
Por este trágico desenlace varios parlamentarios buscan aumentar las penas para quienes violan la ley y se suben a un auto tras consumir alcohol.
"Cuando una persona decide manejar en estado de ebriedad existe un dolo explícito, sabe que hay riesgo de causar graves efectos en la salud de la gente", señaló a 24 Horas en la Mañana el diputado independiente, Sergio Aguiló.
Aunque reconoció que se ha endurecido la legislación con la Tolerancia Cero, pero no es suficiente ya que una persona que causa una muerte no paga con "un sólo día de cárcel".
"No le echemos la culpa a los jueces, los que tenemos alguna responsabilidad somos los colegisladores: el Ejecutivo y el Parlamento. Los jueces sólo aplican la ley", agregó.
Aguiló señaló que la idea es calificar como delito grave la conducción en estado de ebriedad y considerar que existe dolo, porque "no puede sino saber que existe una altísima probabilidad de causar lesiones graves a una persona o matarla".