La donaciones que recibió Robinson San Martín fueron variadas: algunos apoderados le dieron 20 mil pesos, una niña le donó $300 y también le regalaron una bandera chilena.
Ese mismo emblema patrio le sirvió como frazada para dormir en el terminal de buses de Rosario, en Argentina.
El deportista tenía la plata justa para el viaje y para la alimentación, no para el alojamiento. Es por eso que decidió pasar la noche en el terminal, el único lugar que conocía de la ciudad trasandina.
Todo el esfuerzo valió la pena para este hombre de Hualpén, porque fue coronado como el campeón de karate del torneo.
Este no es el primer podio para San Martín, sino que su tercera vez. Y todo sin auspiciadores.