Una grabación extraída de una cámara de seguridad permitió detener a una banda de delincuentes que se dedicaba a los portonazos cuando estaba en Chile y a los lanzazos en ciudades de Europa.
Los sujetos, menores de edad, fueron detenidos el mismo día que llegaron deportados desde España.
La filmación clave muestra cómo, el 29 de julio de 2015, asaltan y maniatan a una chilena en el estacionamiento de su oficina.
En el registro se ve cómo los compañeros de trabajo de la mujer salen corriendo desde el edificio para ayudarle y cómo, intentando evitar el robo de su auto, los delincuentes están a centímetros de arrollarla con un automóvil.