Este lunes comenzó el juicio oral contra el sociólogo Hans Niemeyer, quien arriesga una pena de 19 años de cárcel por tres hechos, entre ellos instalar y estallar una bomba en una sucursal del Banco BCI en Macul.
El sociólogo es procesado por presunta colocación de artefactos explosivos en el memorial de Jaime Guzmán (Vitacura), en la calle Camino Las Flores (Las Condes) y en el mencionado banco.
Alrededor del mediodía, el Séptimo Tribunal Oral en lo Penal decretó un receso en la audiencia en donde la Fiscalía Sur presenta una serie de pruebas contra el sociólogo.
En lo que va de audiencia, Niemeyer prefirió guardar silencio y evitó referirse sobre lo que se le imputa.
La parte querellante apoyó la tesis de la fiscalía sobre que los hechos responden al delito de terrorismo, ya que -según sostienen- colocar una bomba pretende infundir temor en la población.
Esto también fue apoyado el representante legal de la UDI, Carlos Fairlie, quien también es parte querellante.
"En la Fundación Jaime Guzmán, al día siguiente del atentado, los funcionarios estaban consternados y atemorizados", indicó el abogado recordando la explosión ocurrida en el Memorial de Jaime Guzmán, el 13 de agosto de 2011.
En su declaración, la subcomisaria de la Policía de Investigaciones (PDI), Romina Barros, relató cuándo se detuvo al imputado, pocos segundos después de haber explotado el artefacto en sucursal bancaria.
"Se detuvo a la personas cuando estaba en el Banco Santander, que estaba a 30 metros del Banco BCI. El subinspector le saca la mochila, abro la mochila y miro y se divisaba unos pañoleta, unos libros y nada más", dijo la funcionaria.
Por su parte, el abogado defensor de Niemeyer, Julio Cortés, acusó falta de objetividad por parte de la Fiscalía Sur y desestimó las pruebas, las que -dijo- "están manipuladas".
En ese contexto, ironizó con el hecho que se recurra a libros para acusar a su representado. Según Cortés, Niemeyer podría ser formalizado por "porte de ideología" o "almacenamiento de literatura subversiva".