Claudia del Solar
Una dramática exigencia de gestos concretos, como derogar la Ley de Amnistía y sacar de sus filas a los militares que violaron los derechos humanos, y de toda la verdad y la justicia, y no en la medida de lo posible, hicieron a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados Carmen Gloria Quintana y Verónica de Negri.
Quintana concurrió hoy a esa instancia acompañada de Verónica De Negri, madre de Rodrigo Rojas, quien murió quemado por una patrulla militar en 1986, mientras ella resultó con gravísimas lesiones. El caso fue reabierto recientemente, luego que un ex conscripto, Fernando Guzmán, rompiera el pacto de silencio y relatara hechos que fueron encubiertos durante casi tres décadas, provocando el procesamiento de varios ex militares.
Quintana emplazó a los diputados: "Basta de conversaciones con las Fuerzas Armadas y negociaciones, hasta cuándo van a jugar con nosotros. Ustedes tienen que exigirlo, tienen las facultades para hacerlo. Cortémosla con las negociaciones, hasta dónde llega la calidad moral de esta Cámara. Si no es así, entonces queremos exigir la renuncia del comandante en jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, por no estar a la altura de las exigencias de la ciudadanía".
A su vez, Verónica De Negri dijo que no existe momento político para pedir verdad y justicia y exigir una reparación que vaya más allá e involucre también una reparación ética sobre lo ocurrido. "Yo no pido, exijo, porque me lo merezco, se lo merece Carmen Gloria, se lo merece todo Chile, respeto para nuestras víctimas".
Recordó que ella también fue considerada terrorista por pedir justicia para su hijo. "Fui durante años considerada loca porque decía que Pinochet estaba involucrado en la muerte de mi hijo, por decir que a mi hijo se le habían negado los tratamientos en la Posta Central. Por eso exijo que se degrade a los militares involucrados en estos hechos, porque aquí hay civiles y militares de alto rango involucrados", dijo.
La petición de Quintana
En un extenso documento entregado a la Comisión, Quintana demandó derogar la Ley de Amnistía, "que es vergonzosa impresentable" y pidió un pronunciamiento de los partidos políticos exigiendo al Ejército sacar de sus filas a militares involucrados en temas de derechos humanos, además de levantar la prohibición de revelar la información contenida en el Informe Valech, a través de una ley de aplicación general de quórum simple, asegurando la privacidad de la identidad de las victimas que deseen omitir sus nombres.
También pidió un pronunciamiento del Congreso exigiendo al Ejército entregar todos los antecedentes para el esclarecimiento de los múltiples casos de asesinatos y crímenes de lesa humanidad y un pronunciamiento de todas las entidades del Estado y partidos políticos exigiendo al Ejército entregar todos los antecedentes para el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos.
Y pidió asegurar apoyo social y psicológico especializado en temas de violaciones a los derechos humanos a las víctimas de la Dictadura que lo requieran y promover la reparación política de las víctimas que fueron objeto de ofensas por parte del Estado, sus instituciones y medios de comunicación.
En esa línea, exigió a los medios que denigraron a personas y sus familias publicar desmentidos por la falsa información relacionada con violaciones a los derechos humanos. "En mi caso fui acusada de terrorista y de quemar a Rodrigo", recordó. Y advirtió que debe "amnistiarse a quienes fueron acusados de actividades contra la dictadura".
Otras de sus demandas fueron ampliar el número de jueces dedicados a este tipo de causas. que los oficiales involucrados en causas de derechos humanos abandonen sus cargos en entidades estatales y que se amplíen las querellas contra los violadores de DD.HH., destituir a los jueces que denegaron justicia y eliminar las condecoraciones y símbolos favorables para los violadores de derechos humanos.
Quintana añadió que para ella este es un "momento histórico que estamos esperando desde el regreso a la democracia" y dijo que el país tiene un deber moral de entregar respuestas claras a los más jóvenes sobre los valores de verdad, justicia y respeto por los derechos humanos y la convicción de que éstos son intransables e inamnistiables.
En esa línea, pidió a los políticos entregar señales claras en el marco de la situación de crisis de confianza en que están las instituciones. "Esta es la oportunidad de conseguir toda la verdad y toda la justicia, y no en la medida de lo posible", dijo.