Desconfía del proceso y visita periódicamente el lugar donde perdió la vida su hijo. Esa es la rutina de Roberto Timmermann, padre del estudiante de ingeniería que falleció tras ser atropellado en abril en Maitencillo.
Su hijo, de 19 años y con el mismo nombre, caminaba junto a un amigo cuando fue atropellado por una camioneta que conducía Benjamín Montero.
El joven pidió perdón, sin embargo para la familia Timmermann sus palabras no fueron sinceras. "Recitó un perdón que ni se lo creía él, la verdad es que no me llegó para nada (…) Que sea más hombrecito y que diga la verdad", señala Roberto.
Benjamín Montero fue formalizado por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, lo que no dejó conforme a los familiares de la víctima.
"Nosotros evidentemente no compartimos esa tesis, nos hemos querellado por el delito de homicidio simple", afirma el abogado de la familia Timmermann, Álvaro Varas.
No obstante, la defensa de Montero comparte "el criterio del Fiscal en que estamos en presencia de un manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte. Todas las diligencias han tendido en ese sentido y creo que la investigación ha sido muy esclarecedora", sostiene la abogada Paula Vial.
Según Roberto Timmermann, cuatro acompañantes de Montero reconocieron en primera instancia el deplorable estado en que conducía el joven producto del alcohol, versión que no fue ratificada, sinónimo para él de una red de protección que se tejió en torno al responsable de la muerte de su hijo.
"No me cabe ninguna duda porque no entiendo que todas las personas que tuvieron con él nadie se atreva a decir esto son las cosas y esto es lo que pasó (…) La verdad es que pongo en duda que vaya haber otra sanción más fuerte", señala Roberto.
Al respecto el fiscal Pablo Avendaño asegura que "son más de 25 declaraciones que hemos tomado y no tenemos ningún antecedente que de cuenta que eso es producto de algún encubrimiento que este premeditado o concertado por todas estas personas".
Fotos: reproducción TVN.