Hace dos meses comenzó a realizarse el proceso que se proyecta como la radiografía más completa del país, el Censo 2012.
Por primera vez los encuestadores son remunerados, lo que supone un trabajo más profesional y preciso, pero justo cuando faltan 30 días para el término del proceso recibimos denuncias respecto de la toma de información.
Casas que aparecen censadas pero sus moradores lo niegan, adulteración de fichas, urgente falta de censistas, donde incluso administrativos del propio Instituto Nacional de Estadística (INE) han debido salir a la calle a realizar ellos mismos la encuesta, son algunas de las irregularidades que ponen en duda el avance del proceso.