La PDI desbarató una exclusiva red de casinos clandestinos que operaba en el centro de la comuna de Santiago.
El operativo terminó con 21 detenidos entre propietarios, trabajadores y clientes, quienes fueron formalizados por asociación ilícita.
Tres fueron identificados como cabecillas, quedando uno en prisión preventiva y dos con arresto domiciliario total. Del resto, a nueve se les dictó firma mensual, siete con firma y arraigo nacional y dos con arresto domiciliario nocturno.
Las dos salas de casino operaban en Marcoleta y calle Serrano y recibían pagos con transferencias electrónicas para no dejar en evidencia el negocio.
Quienes participaban llegaban desde el sector oriente de la capital y otras regiones del país. Todos debían contar con un piso mínimo de 200 mil pesos.