En estado de extrema gravedad permanece un detective de la Policía de Investigaciones (PDI) que la mañana de este martes fue hallado herido de un disparo en la cabeza.
El funcionario, de 32 años y ocho de servicio, se encontraba dentro de su auto en el estacionamiento interior del cuartel Borgoño.
Personal de la Brigada de Homicidios llegó hasta el lugar para comenzar la investigación y determinar si se trató de un accidente en la manipulación del arma de servicio o hubo intervención de terceros.
La hipótesis de un posible intento de suicidio tampoco se ha descartado.
El detective fue trasladado hasta el Hospital San José, donde será estabilizado para luego ser derivado al de Carabineros.