Molestia de apoderados e incertidumbre de los alumnos.
Así han sido los últimos meses para estudiantes de distintas partes de la Región Metropolitana, y es que ya van 30 colegios que se han visto obligados a cerrar sus puertas por problemas económicos de sus sostenedores.
La Superintendencia de Educación cerró, por malas condiciones e irregularidades, 14 colegios este año. Pero la ministra de educación, Carolina Schmidt, aseguró que "todos los alumnos van a tener matrículas para continuar sus estudios, en la misma comuna donde estaba el establecimiento".
Explicó que el cierre de los establecimientos se produjo porque muchos de ellos no contaban con las medidas de seguridad necesarias para los alumnos y también, en muchos casos, no se estaban pagando los sueldos a los docentes.
Uno de los ejemplos de estos cierres es el Colegio República Dominicana en La Florida, el cuál debía cerrar sus puertas el 2012, pero que con la ayuda de apoderados, profesores voluntarios y la Universidad de Chile pudo seguir funcionando durante este 2013.
Existe preocupación por el destino educacional de los casi 80 alumnos que van a tener que buscar otro establecimiento de las mismas características.