Casi nada queda de lo que solía ser la Laguna de Aculeo.
Una extensa y grave sequía, por seis años consecutivos, es lo que ha afectado a este embalse que se alimenta principalmente de aguas lluvias y de pequeños esteros.
El uso indiscriminado de cauces para riegos y moto-bombas privadas para mantener pastos verdes serían los motivos principales motivos detrás de la falta de agua.
La sequía ha afectado el turismo y la agricultura de la zona, según reconoce el alcalde de Paine, Diego Vergara. De hecho, el camping Pintué recibió un 50% menos de veraneantes este año.
Los pobladores se encomiendan a San Isidro para que les traiga tiempos de lluvia o al conocido "Fenómeno del Niño". De esta forma, la laguna podrá volver a su tamaño original.