El calvario de Joane Florvil, joven haitiana que murió en circunstancias no aclaradas tras ser separada de su hija de dos meses por un presunto abandono que nunca fue comprobado, terminó. Luego que su cuerpo permaneciera por más de siete meses en el Servicio Médico Legal (SML), su familia al fin pudo despedirla.
218 días pasaron para que la joven fuera despedida por su familia a través de una liturgia ecuménica que marcó el punto final del paso de esta madre en Chile.
Florvil fue arrestada por Carabineros el 30 de agosto del año pasado. La mujer había acudido a la Oficina de Protección de Derechos de Lo Prado a raíz del robo de la mochila de su esposo con toda su documentación. Debido a esto, Joane pidió al guardia que cuidara a su pequeña hija de dos meses, situación que se asumió como el abandono de la lactante al existir problemas idiomáticos.
Tras ser detenida, la ciudadana haitiana se golpeó repetidamente la cabeza contra la pared, siendo derivada a la Posta Central. El 30 de septiembre la joven falleció producto de una falla hepática fulminante, sin poder volver a ver a su hija. Sumado a ello, su cuerpo permaneció más de siete meses en el SML, debido a una disputa entre su esposo y la familia de ella.
A raíz de ello, el martes se repatriarán los restos de la joven a su natal Haití, ya que se obtuvo la autorización de la familia y de la Seremi de Salud Metropolitana para retirar el cuerpo de la joven del organismo y así trasladarlo a Puerto Príncipe.