Ha levantado colegios, salas cunas, consultorios, hogares para drogadictos ancianos y discapacitados, además de una escuela de oficio y hasta un policlínico con sala de emergencia.
Si fuera empresaria, Karoline Mayer sería rica, porque ha creado un reguero de instituciones a lo largo de su vida. Un impero, eso sí, que no tiene que ver sólo con el dinero, porque su riqueza es otra.
Karoline Mayer es una religiosa alemana que llegó a Chile en 1968 y se quedó para siempre. Y aquí levantó un imperio que tiene como objetivo dar dignidad al que más necesita, al peor, al más desventajado. Un imperio hecho de amor en la crónica de la serie "Héroes por Chile".