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El milagro chileno que convierte en santo a un sacerdote español

Se trata del caso de la inexplicable recuperación de Verónica Stoberg tras caer en coma luego de la cesárea de urgencia que a la que fue sometida.

24Horas.cl TVN

Lunes 15 de mayo de 2017

La Iglesia Católica tendrá un nuevo santo, el sacerdote español Faustino Migues, quien será canonizado gracias a un milagro chileno. El caso de Verónica Stoberg llamó la atención del Vaticano por la sorpresiva recuperación tras una preeclampsia severa que la dejó en coma.

Con 38 años, Verónica Stoberg esperaba su cuarto hijo y un día tras regresar a su casa comenzó a sentir un dolor severo que la hizo sospechar que algo andaba mal. "Yo sabía que algo no andaba bien, porque ya era mi cuarto embarazo, cuando vienen las contracciones uno sabe que casi siempre son con ritmo, en cambio este era un dolor que iba de menos a más", contó.

La mujer se dirigió a la Clínica las Lilas, donde el panorama fue desolador: con 36 semanas de embarazo Verónica estaba produciendo preeclampsia severa, que puso en riesgo su vida y la de su bebé. El doctor José Luis Tronconso, quién era su obstetra, asegura que la gravedad del caso lo hizo actuar enseguida, porque "son casos graves. Esto puede terminar en una muerte materna o fetal".

Junto a su familia pertenecía a la comunidad del colegio Divina Pastora de La Florida, colegio fundado por el Padre español Faustino Migues, a quién se encomendaron.

Tras enterarse de la gravedad de la situación, la Madre Patricia Olivares sacó un resto óseo del sacerdote que se encuentra en la capilla del establecimiento educacional. "El segundo día yo ya le puse la reliquia en su cuerpo, es su cabeza, en su pecho, en su abdomen".

Verónica fue sometida a una cesárea y al abrirla los doctores se dieron cuenta de que estaba sufriendo una hemorragia imparable, pues su hígado estaba roto. El bebé nació sin complicaciones, pero ella al día siguiente fue declarada con muerte cerebral.

Tras el diagnóstico el doctor Troncoso explicó que "se me ocurrió decirles 'bajen a la guagua, bajen a la guagua y póngansela a la mamá'. Ahí le ponen a la guagua en el pecho y la madre automáticamente la tiende a abrazar, por lo que el diagnóstico de muerte cerebral afortunadamente se excluyó".

Sin embargo, se mantuvo en coma y sin para de sangrar, por lo que los doctores ya no pudieron seguir operandola. "Dijimos no podemos hacer nada más. Estamos entregados y yo allí sinceramente pensé que la paciente se nos iba a morir", señaló Troncoso. Fue allí cuando sus otros hijos y su esposo fueron a la capilla del Divina Pastora. "No quedaba otra cosa que volcarse a dios. Cuando no hay respuesta de la ciencia la última palabra es de Dios", asegura la Madre Olivares.

Entre 12 y 24 horas Verónica comenzó a recuperarse de tal manera, que los médicos no supieron explicar. "Particularmente no soy creyente, pero este caso yo considero que caería en lo que puede ser un milagro, porque nosotros no teníamos por dónde", asegura el doctor Troncoso, quién quiere viajar a la canonización de Faustino Migues, porque para él es una experiencia que nunca olvidará.

Hoy Verónica junto a su hijo cree fervientemente en el milagro. "Desde el momento que supe que estaba viva, que podía volver a disfrutar a mi familia, estar con mi marido, con mis hijos, siento que es un milagro, un milagro grandísimo que me ha dado Dios".