La vida de María Angélica Vargas cambió para siempre el 15 de junio tras ser atacada en su trabajo. La fiscalizadora de Transantiago fue empujada desde un bus hacia el exterior, para luego caer y ser atropellada por otra micro que iba pasando.
"Cuando siento que me manda el empujón, yo me voy, caigo a la calle y me voy para atrás y siento el golpe", relata Vargas.
La mujer se desempeñaba como fiscalizadora en la Plaza de Maipú hace 2 años cuando el estudiante de psicología Pablo Alarcón la atacó.
"No recordaba que que la micro me había atropellado", dice la víctima, quien relata que señala que tiene memorias de la voz del doctor diciéndole que tenía una herida profunda.
La máxima preocupación de ella es su vista. Dice que no ve fotos de su cara para no preocuparse, siendo que tiene lesiones en el sector derecho, tanto en su cabeza, oído, boca, mandíbula. Por mientras, espera próximas cirugías.
Vargas pide y justicia y dice que la atacaron porque "yo soy mujer se desquitó conmigo, porque no era capaz con los hombres y me vio sola".
Alarcón se encuentra en prisión preventiva, mientras espera la sentencia por el delito de homicidio frustrado. La audiencia está fijada para el 24 de spetiembre.