Marianela Hernández y su familia viven a pocos kilómetros de Santiago, pero en un contexto de abandono que llama la atención, sobre todo por su cercanía con la capital.
Esto principalmente porque su casa se ubica entre Calera de Tango y Talagante, aunque, por estar justo en el límite, no pertenece a ninguna de las dos comunas.
Dicha situación ha implicado que no cuenten con agua potable y ni siquiera caminos, por lo que debe caminar largas distancias para poder tomar locomoción colectiva o conseguir el vital elemento.
Como si esto fuera poco, la situación de salud de Hernández no es la mejor, ya que sufre de un cáncer no tratado, mientras que su hijo de doce años padece epilepsia.
Pese a que el alcalde de Calera de Tango, Erasmo Valenzuela, ya se comprometió en brindarle ayuda, Marianela contó su historia a 24 Horas para poder visibilizar su actualidad y poder así mejorar su calidad de vida.