Los dirigentes estudiantiles comenzaron a preparar el camino hacia la radicalización de las movilizaciones.
Su disconformidad tras la reunión del pasado viernes con la ministra de Educación, Adriana Delpiano, fortaleció la idea de no dar su brazo a torcer.
La particularidad del movimiento de este año es la alta participación de jóvenes de universidades privadas, centros de formación técnica e institutos profesionales.
Hasta el momento, hay más de 30 universidades en paro y siete en toma.
En tanto, el calendario definido tiene programado un paro nacional para el próximo 23 de junio.