Jorge Toro debió dejar su cargo en la rectoría del Instituto Nacional, luego de casi un mes de tomas y movilizaciones de sus alumnos. Esto, luego de una compleja situación entre él, los alumnos y la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, quien recibió a los alumnos para destrabar el conflicto.
Dedicado toda su carrera a la educación pública, Toro siente que la medida tomada fue "un poco ingrata" y que se está en presencia de "una dictadura juvenil, que impone criterios".
"Fui exonerado en dictadura. Trabajé en la Industria de San Miguel, intenté formar un sindicato y nos echaron. Cuando gritan malversación, sin nada concreto, uno siente que se repiten cosas", reflexiona la otrora autoridad del emblemático liceo capitalino, en entrevista con diario La Tercera.
Aún así, espera que "la estrategia" de Tohá funcione y reconoce que ha habido buen trato en su salida. "Ha sido muy deferente. No creo que ella esté para cosas pequeñas. Y no he notado maltrato, al contrario", estimó Toro.
"Ella (Tohá) está conteniendo el movimiento y busca una estrategia para no generar los mismos conflictos. Pero hay que tener cuidado, porque los adolescentes no responden muy bien a los patrones", afirmó, realizando una crítica a los estudiantes del Instituto Nacional por una "inmadurez" de los actuales dirigentes.
A su juicio, "los otros centros de alumnos fueron más políticos. A la alcaldesa, un día le dicen una cosa, después no cumplen".
Los alumnos del Instituto Nacional realizaron una Asamblea el jueves pasado para analizar el futuro de la movilización luego de confirmarse la renuncia de Jorge Toro a la rectoría. En ella se acordó votar la continuidad de la toma el próximo martes 25 de junio, luego de realizar una campaña informativa a la comunidad estudiantil.