Pudo convertirse un una nueva víctima de femicidio en el año 2013, pero salvó su vida, aunque le arrancaron los ojos por celos.
Su caso conmocionó al país debido a la brutalidad con que fue atacada por su pareja en septiembre de 2013, en Punta Arenas.
A sus 33 años y con tres hijos en plena crianza, Carola Barría asiste a la Agrupación de Amigos Ciegos de la ciudad.
Desde enero de este año, el Estado decidió entregarle una pensión vitalicia de 200 mil pesos. Ahora añora un subsidio que le permita tener una casa donde criar a sus hijos.
"Hay que valorarse como mujer. Que el hombre que te hiere, te lastima, te daña -ya sea física o psicológicamente-, no es un hombre que te quiera y ya difícilmente habrá un retroceso", explica.
Luego de meses en terapia, Carola decidió contar su testimonio para decir nunca más a los femicidios.
Foto: Davor Gjuranovic